domingo, 13 de abril de 2008

5 horas para un título

Desde hace algunos días pensaba seriamente en crear un blog para escribir todas esas cosas que pienso pero no tengo a quién decírselas... básicamente porque a nadie le importa las cosas filosóficas que digo. Sinceramente ¿a quién le gustaría oír "el comportamiento humano es irracional e intrínseco, es recomendable no escudriñar en la filosofía de su actitud" cuando es taaaan fácil decir "pobrecito, está loco... no le hagas caso"? Muchas cosas pueden ser dichas de 10 formas, pero a veces buscamos la 10ma, la que parece la más profunda para poder plasmar una idea o concepto con mucha más fuerza y trascendencia.... Bueno, no todos lo hacen, solo aquellos que creen (creemos) que el lenguaje debe ser utilizado en todo su esplendor, haciendo gala de palabras relegadas por el tiempo y formas de pensar unicas y divinas para transmitir una idea tan simple como "mándate, no tienes nada que perder" o "no vengas a mí llorando si no me hiciste caso", asumiendo que decir esto de una forma más sofisticada seremos diferentes y, tal vez, "mejores" que los demás.

Para ser fiel a mi mentalidad de "la complejidad en el mensaje", me puse a pensar en un título ideal para el blog.... 5 horas después me vi acorralado entre la desesperación de no tener una idea concreta y el hecho de no contar con gente que pudiera aportar con algun título tentativo, algo que aunque no fuera de mi agrado, me evitara la angustia de pensar.

Todo comienza con el típico requisito para crear un nombre: "¿de qué estamos hablando?". Una vez definido esto, puedes buscar palabras relacionadas al tema. Luego de enlistar una serie de palabras, comienzas la asociación entre algunas, o citas una frase común que contenga dicha palabra, algo así como "gota a gota, el agua se agota" o "3 vasos de leche al día". Finalmente, con la frase o título definido, lo haces pasar por un control de calidad. Lo pasas por ahí y le preguntas a la gente si le gusta el título para un blog que habla de cosas sin sentido o qué sé yo. Con un promedio de 2 aprobaciones de 3 encuestados (asumiendo que si a 2 de 3 le gustó, le gustará a 4 de 6, 8 de 12, 16 de 24, etc, etc), el título está listo para ser aplicado y el objeto en cuestión ya puede ser expuesto al público con la plena seguridad que será aceptado por al menos el 60% de los consumidores.....

Bien... yo me ZURRÉ en todo eso. Pensé "qué título le pongo a este blog?". Y con cada segundo que pasaba la gota de saliva que corría por mejilla se iba alargando más y más mientras mi coeficiente intelectual iba disminuyendo a un ritmo directamente proporcional al tiempo que transcurría. Al pasar las 5 horas (y luego de 4 intentos frustrados de pedir ideas por MSN para un nombre) mi cerebro no servía ni para plantar una flor. En mi desesperación apareció una amiga mía que me mandó a rodar apenas terminé la frase "...y en base a eso necesito nombres para mi blog". Ni ella que me conoce tan bien pudo ayudarme... algo andaba mal definitivamente. Revisé mis conversaciones con cada persona donde explicaba el tema de mi blog, escribía los nombres que tenía en mente, y exigía que se cumplieran normas para la creación del nombre, además de una serie ilimitada de..... mmm.... una serie de IDIOTECES que al final no interesan, ¿por qué? pues porque el nombre no tiene que ser "osu!" para que sea un título. No creen? Entonces justifiquen la carencia de creatividad en los títulos de películas con números: Rambo, Rambo 2, Rambo 3, Rambo 4... Alguien se acuerda cuál era el título completo de Terminator 2? No, todos dicen "aah, la pela donde Arnol Chuarsneguer dice 'hasta la vista, baby'... muy buena!".

Entonces... ¿para qué pasar por un proceso? ¿Para qué encerrar un conecpto con un nombre elaborado si al final olvidarán el nombre pero recordarán el contenido? La respuesta es simple: tenemos que creer que el nombre es bueno, útil y aportará a la genialidad del "todo", y de ser así, otros lo recordarán y tu trabajo tendrá un nombre (largo y bonito) por el cual será identificado... no por una escena donde dices "hasta la vista, baby" o por una línea donde citaste un chisme de Magaly, colgaste la foto de una vedetucha calata, o te burlaste del angelito del 11. Qué mejor logro que crear algo bueno con un nombre difícil... y que recuerden todo, no?

Y es así como, ignorando lo que yo mismo escribí en líneas anteriores, decidí pensar en lo más ilógico sin ser ridículo y contradictorio, dando como conclusión un título desarrollado en 2 minutos, luego de 5 horas de improductiva meditación, todo para que a fin de cuentas... nadie se acuerde.

1 Comment:

Anónimo said...

Solo pra tu info.: Las flores NO se plantan, se plantan las plantas y se siembran las semillas,... ¿lógico, no?