lunes, 28 de abril de 2008

A los 40 nos llevaremos bien

Todos los que tenemos hermanos, preferiblemente uno no má', pasamos por la agitadora experiencia de discutir con ellos ya sea porque alguien se terminó la leche o porque el otro dejó el caño abierto, no avisaron que había llamado una persona importante o porque tomó algo sin permiso.

Hoy, para variar, discutí con mi hermano. El tema de la "conversación" sieeeempre es el mismo: "por qué tú sí, y por qué yo no", "vivimos en la misma casa", "yo respeto tus cosas, respeta las mías" entre otros. Obviamente en base a esos argumentos comienzan los ataques bravos, posturas defensivas, arrebatos agresivos, palabras de desprecio, una que otra frase dicha sin pensar solo para liberar el alma del estrés que genera el ambiente (y tratar de herir al otro en un órgano vital para inclinar la balanza a tu favor). Y es muy común encontrarse a uno mismo renegando de lo mismo que la vez anterior... y la anterior a esa... y la anterior a la anterior a esa... y así sucesivamente, un tema que fundó la base sólida de la pelea para futuras generaciones de pleitos.

Pero pelear por lo mismo tiene sus puntos a favor, especialmente cuando nadie en casa entiende lo que tratas de expresar por falta de claridad o por excesiva negación de parte de los demás. Si discutes mucho sobre un mismo tema (y no lo haces solo para producir bilis), tienes la oportunidad de pensar en lo que se dijo para ver por dónde puedes encontrar una falla en la mentalidad del otro o para asegurarte que defender tu postura no será un intento en vano.

Desde tiempos inmemorables, las peleas en esta casa comienzan con un roce entre mi hermano y yo. Aunque muy modestamente admito que nunca he corrido hacia mi madre o padre para que me den su apoyo, de algún modo ellos dos terminan involucrados en el asunto... tal vez gritar como histéricos para que el mensaje se quede grabado en el cerebro del otro haya llamado su atención.... no lo sé. El rol de los padres implica traer paz al hogar y evitar discusiones repetitivas especialmente cuando el detonante fue algo muy simple (pero que años atrás fue la gota que derramó el vaso). Con un buen "ajo!" y "son hermanos, no peleen!" se le puso punto final al asunto... pero la hoja aún tiene muchos renglones para continuar... y la gente aún tiene energías para seguir. Con el tiempo, las discusiones se vuelven pan de cada día para quienes son "víctimas" de lo ocurrido, pero es aquí cuando los padres se cansan de ser padres y se convierten en personas "X" que no tienen nada que ver con la discusión y cuando acudes a ellos para buscar poder de persuasión a tu favor para terminar rápidamente con el conflicto, te contestan "es su problema, arréglenlo ustedes".

De aquí en adelante, los enfrentamientos no cesarán y la duración de cada pelea solo dependerá de qué tan dispuestas estén las personas a concluir el intercambio "poco familiar" de palabras. Hoy en día siguen habiendo problemas con mi hermano. Los miembros de mi familia son un poco "independientes", cada uno por su lado a ver lo que encuentra y luego a rendir cuentas en la casa. Cada uno es víctima del cruel destino y de las dificultades que le impone la vida al verse forzado a subsistir de sus propias ideas y necesidades... cosa que cuando llegan a la casa y algo está mal, es culpa del otro "por no hacer lo que debía hacer"... o por hacer lo que no debió.

Pero luego de décadas de pelear por lo mismo con las mismas personas, ambos bandos comienzan a dar su brazo a torcer. Antes peleaba con mi hermano y terminábamos molestos, no nos hablábamos. Luego mi hermano desarrolló una conducta un poco descarada: discutíamos, se iba a sus clases o a hacer sus cosas, y cuando volvía se portaba como si nada, pero el que quedaba peor en una discusión era yo y trataba de portarme como si hubiera quedado seriamente afectado. La técnica de mi hermano se fue perfeccionando hasta que comenzó a portarse como si nada hubiera pasado hace 10 minutos... muchos creerían que actúa así debido a una enfermedad mental llamada esquizofrenia. Loco o no, se rompía el hielo rápidamente y nuestras vidas volvían a ser las mismas... por las próximas 5 horas. Algunas peleas se podían extender por largos periodos de tiempo debido al tema tan delicado que se manejaba... y si a esto le agregamos una madre histérica con varias comlpicaciones en el trabajo y el riesgo de perderlo, es natural esperar un campo de batalla con las granadas y todo, sin ninguna trinchera en dónde meter la cabeza... porque aquí alguien saldrá inevitablemente decapitado.

Poco a poco nuestras discusiones duraban más pero terminaban en mejores términos; él entendía lo que yo quería decir, y yo entendía lo que él esperaba de mí. La falsa sensación de bienestar no aseguraba que dejáramos de pelear. Las peleas siguen y siguen, pero poco a poco vas resolviendo problemas, uno por uno, desde los más insignificantes hasta los más trascendentales. Y así será siempre, aprendemos a soportar los defectos y el carácter del otro, superamos lo que nos molestaba ya que el otro superó también lo que le molestaba de uno, algo así como un trueque de resentimientos, hasta que finalmente no hay nada que nos moleste o se interponga para poder llevar una vida tranquila como familia o hermanos...

Pero siendo realistas, hay tantas cosas por las cuales discutimos que sería difícil resolver todas en poco tiempo. Llevamos un buen ritmo, discutimos por temas viejos pero rápidamente los superamos porque ya se han resuelto. Incluso hoy luego de otra pelea, mi hermano me tomó por sorpresa, me abrazó y dijo "no tenemos que pelear... aunque discutamos tanto, somos hermanos y al final lo que importa es que un día te necesitaré y tú me necesitarás, y tenemos que estar unidos para eso". Aunque haya demorado unas 3 horas en escribir esto luego de la discusión, sigo congelado en mi sitio intentando asimilar ese abrazo, a qué se debió, y si esa fue una buena señal para la solución de todos nuestros problemas y pleitos en un futuro porvenir...

domingo, 27 de abril de 2008

No lo hago por tí... hazlo por mí...

Un día estás en tu casa, tu enamorada (o enamorado) se pidió el día libre porque quería ver a un familiar o alguna otra persona relevante que obviamente no comparta el mismo tipo de cariño que uno le da. De todos modos tiene una excusa para no pasar el día contigo. En fin, estás matando el rato cuando de repente una persona del género opuesto te hace una propuesta... y quién sabe, tal vez sea una propuesta un poco comprometedora. Lo que uno usualmente diría es: "Lo siento, no puedo aceptar... ya estoy con alguien y no quiero hacerle eso porque a mí no me gustaría que me hicieran lo mismo".

Esto no solo pasa con las parejas, puede pasar en cualquier rubro, pero el compromiso que genera querer a alguien te hace pensar en las cosas que no debes hacerle porque te pones en su lugar y sientes que sería feo que te hicieran eso. Y es aquí donde inicia el tema de este post. Muchas veces nosotros nos enfrentamos a decisiones simples pero de consecuencias catastróficas si no se piensa con calma en la respuesta o la opción que uno elegirá. Salir con un viejo amigo, comer un helado con una amiga... todas estas situaciones son tan simples que decir "sí o "no"debería demorar máximo 2 segundos en pensar... Pero la torta cambia de sabor cuando tenemos que pensar en alguien más, alguien de quien esperamos y no esperamos cosas.

Salir con un amigo es inofensivo, es solo un amigo. Pero qué sucedería si tu pareja sale con un amigo(a)? Tal vez te pongas celoso(a), tal vez pienses que pueda pasar algo más... tal vez piensas que no te gustaría que te hicieran lo mismo. Debido a eso, simplemente decides rechazarle la invitación a un amigo... un amigo! Nada de qué preocuparse... Pero para muchos, la amistad entre hombres y mujeres no existe. No puedes correr el riesgo de ver cómo tu pareja sale con alguien porque por ahí se puede cocinar algo a tus espaldas. Y como por arte de magia, crees en el balance kármico y decides no salir con tu amiga, porque no te gustaría que tu pareja saliera con alguien.

Debido a este y muchos otros miedos, optamos por no hacer las cosas. No humillarías a alguien porque no te gustaría que te hicieran lo mismo. No ignorarías a alguien porque no te gustaría estar en su lugar. Nos esforzamos tanto por NO hacer lo que no nos gustaría que nos hagan... Pero dónde queda lo que queremos que hagan por nosotros? A cuántas personas has escuchado decir "le daré una segunda oportunidad porque me gustaría que hicieran lo mismo por mí". Errar es humano, pero no perdonar es negar la humanidad que todos tenemos dentro. Tarde o temprano todos cometeremos un error por el cual queremos una nueva oportunidad.

Es imposible vivir sin meter la pata. Ahora imaginen qué difícil sería vivir sin poder perdonar o ser perdonado.... A quién no le gustaría que le den otra oportunidad si comete un error? La vida está llena de segundas oportunidades porque nadie es perfecto al primer intento. Pero retomando el ejemplo citado al principio de este relato, supongamos que aceptas salir con tu amiga y la decisión resultó ser una muy equivocada. Peleas con tu pareja por un tiempo prolongado y terminan por separarse. El sentimiento de culpa te agobvia, deseas pedir perdón por lo sucedido... pero lo que escuchas es un rotundo "NO!"

Echado en tu cama, mirando al techo pensando en todo aquello que ni se te ocurría cuando estuviste con esa persona que te trajo tantas alegrías, un deseo cruza por tu mente: "por qué no me da otra oportunidad? yo le daría una segunda oportunidad si ella me hubiera hecho lo mismo...."

Por qué es más fácil NO hacer las cosas que no nos gustaría que nos hagan? Cuál es el miedo de hacer lo que nos gustaría que alguien más haga por nosotros?

Muchos dicen "no lo hagas por los demás, hazlo por tí mismo"... Pero si las cosas fueran así, para qué querer a alguien más? para qué compartir tu tiempo, tus sueños, tus metas... tu vida con otra persona? Necesitamos a alguien más, y del mismo modo necesitamos que los demás hagan cosas por nosotros, para nosotros. Todo lo que haces se te regresa, y mientras más demore en regresar, más grande será el beneficio. Pero mientras tanto, haz por otros lo que te gustaría que otros hagan por tí, pero no presiones tus propios límites. Al fin y al cabo, la persona más importante dentro de todo esto sigue siendo uno mismo.

jueves, 17 de abril de 2008

Al final la familia siempre estará unida

Mañana es mi graduación. Como tal, es un evento que requiere de mucha coordinación, preparación y organización. Hacer una ceremonia de graduación demora un poco de tiempo porque tienes que ver dónde será, para cuántos será, cuánto va a demorar, etc, etc.... Es algo así como un matrimonio, salvo que acá tú no escojes a cuántos vas a invitar. La cantidad de personas que puedes llevar para que vean cómo terminas una gran etapa en tu vida está fuera de tus decisiones, y es aquí donde comienzas a preocuparte por el compromiso a todos y cada uno de los seres humanos que estuvieron contigo a lo largo de tu carrera (pero que obviamente no estudiaron contigo).

Tienes 5 entradas para repartir. Antes que cualquier persona está la familia. Por tradición es IMPERATIVO que invites a tus padres y a tus hermanos. Ok, una familia tradicional tiene 2 padres y 2 hijos (uno de ellos eres tú, para los torrejas que no la captaron), es decir que estás invitando a 3 personas... Si tus abuelos están en disposición de ir (y aún tienes a ambos junto a tí) 'tons los llevas contigo y gastas todos tus pases sin compromisos ni nada. En caso contrario, aún te quedan 2 pases. El problema es "¿a quién invito ahora para que los demás no se piquen?". En verdad importa un comino si los demás se pican o no, pero se trata de la "familia" y siempre hay que buscar la forma de complacer a todos o por último evitar resentimientos... Podrá ser tu familia, pero nunca sabes cuándo y cómo reaccionarán si los excluyes de algo tan importante como una graduación. En fin, volviendo al tema, toda familia de mi generación debe tener por lo menos 2 tíos. Como son FAMILIA, automáticamente pasan a ser la siguiente prioridad para las invitciones. Y si tus tíos te llegan olímpicamente al tu-ya-sabes-dónde, igual tienes que pensar en tus padrinos, así que juiste, aunque usualmente los tíos y los padrinos son las mismas personas. De todos modos debes elegir a cuál de ellos invitarás. Bajo circunstancias "favorables", cada tío o padrino está casado y/o con hijos, así que el vínculo que los une hace resonar en tu mente la frase de los 3 mosqueteros: "uno para todos, y todos para uno". Si invitas a uno, es muy probable que ellos esperen poder llevar a su familia... pero no tienes 5 o 10 entradas... solo te quedan DOS, así que para evitarte la incómoda situación de tener que decirles "lo siento, pero solo tú puedes ir, los demás no", te buscas al grupo con menos miembros... de preferencia 2, cosa que la cantidad de entradas encaja y listo, eres feliz.... Pero si la vida fuera así de simple, todos envejeceríamos antes... pero este es tema para otro post.

Entonces, descartas a los tíos con hijos y buscas a otros familiares, algún tío soltero, o una pareja donde el esposo o la esposa esté de viaje... Te encuentras en la encrucijada máxima de ver a quién podrás invitar, porque a todo esto se le agrega el hecho que posiblemente nadie haya hecho algo trascendental por tí, tornando más difícil la elección, pero a la vez son tu familia y nunca te abandonarán. Todos tus familiares alcanzan el mismo nivel y te da igual llevar a cualquiera o ninguno. Con mucha inocencia corres hacia tus padres o hermanos y les preguntas "si esta fuera tu graduación... ¿a quiénes invitarías?", todo para que te contesten "a toda la familia si pudiera". Pero como ya vimos infinitas veces que nooo se puede llevar mas que a 2 personas más, comienzas a meter presión y revisar los hechos de cada individuo que comparta rasgos sanguíneos contigo para ver quién es digno de ser invitado: está el tío que siempre va a tu casa; el tío que te da propinas cuando lo visitas; o el que siempre habla con tus padres y pregunta por tí; también está el que se preocupó por darte un consejo cada vez que pudiera (aunque no lo necesitaras); o el tío vacilón que no falta a ninguna de las chupetas familiares (por tí). Del mismo modo están los padrinos: el de bautizo, confirmación, de la primera bomba, padrino del hermano, etc... etc.... etc.... Todos merecen ir, pero no puedes invitar a ninguno sin que esté ligado a otros 50 candidatos potenciales para el evento.

Ya si queremos agregarle un poco de salsa a todo esto, piensa que la graduación será en dos días luego de saber a cuántas personas puedes invitar. Tienes menos 40 horas para elegir e informar a tus invitados y ver si están disponibles para la fecha. Al final de cuentas, no sabes qué hacer con los pases restantes y comienzas a divagar, pensando que sería mejor llevar amigos con los que estudiaste pero no acabaron contigo, o amigos del colegio o gente del barrio.... Se te acaban las opciones al igual que la cordura y comienzas a pensar: "para la próxima, que lo hagan en el estadio Monumental".

Es aquí cuando recuperas la consciencia y recuerdas que no habrá "próxima" y por eso mismo sería genial que fuera toda tu familia...... Mira, olvídate de la familia. No llevas a tus papás ni a tus hermanos si quieres, lleva amigos defrente, a quienes quieras, pero es indispensable que vayan los parientes más chismosos para que le cuenten a todos los demás no-invitados lo que ocurrió y así creerán que no se perdieron de nada. Y si te dicen que no es lo mismo verlo que contarlo, lleva tu cámara con 250gb de espacio para que tomes tantas fotos que parecerá una película cuadro por cuadro. Ya si se quejan que también hay que escuchar, les dices que por ser así de cargosos fue que no los invitaste y al diablo el compromiso familiar.

miércoles, 16 de abril de 2008

"Knock Knock"?!?!

En tiempos inmemorables la gente vivía en cuevas o formaciones rocosas a las cuales llamaban "hogar". Estos hogares tenían un defecto... No tenían puerta. Si bien una cueva era un sitio seguro que podía albergar a uno o más habitantes, la amenaza de animales salvajes (osos, tigres, etc) y los climas inclementes eran un gran peligro para un refugio con la entrada eternamente abierta. Con el pasar del tiempo, las cuevas fueron desplazadas por la creación de casas. Es aquí cuando aparece la implementación de las puertas, aunque en muchos casos eran hojas o pieles colgando de las entradas para impedir el ingreso de aires fríos o incluso de bestias. Más adelante se formaron grupos grandes de personas, la conciencia humana se fue desarrollando más, sentimientos como la envidia y el odio fueron cultivándose y finalmente apareció uno de los crímenes más viejos de la historia: el robo. Para evitar que te calatearan la casa de pura envidia u odio, era necesario poner puertas que representaran cierto nivel de dificultad para abrirlas (wow, qué difícil era empujar una hoja para entrar a una casa... nah, cambio de planes) Aquí nacen las puertas con algún tipo de traba o cerradura.... Y así comienza una nueva era de hogares y puertas.....

Pues te cuento que la historia te engaña. Dicen que las casas y todo lo demás eran creaciones del hombre para poder vivir mejor y más seguros, para poder resistir el clima, proteger sus bienes, etc, etc... Te informo que todo es mentira. En la época de las cavernas, la gente no tenía puertas. Cualquiera que pasaba por ahí se podía meter a la cueva o se ganaba con todo lo que pasaba adentro. Dada la falta de facilidades para colocar bisagras en la rocas, y obviamente la carencia de tecnología para crearlas, las cuevas fueron rápidamente desplazadas por el desarrollo de algo más moldeable al gusto del inquilino: las casas hechas a mano. La gente construía sus casas con troncos y hojas, y de esa forma podían elegir dónde poner la puerta (sí claro, como si eso fuera a ayudar). La vaina era si construías un baño. Ponías la puerta al lado opuesto y ya nadie te veía "hacer de las tuyas". Pues no, era la misma cosa; cualquiera pasaba y podía sapear todo lo que había adentro, incluyendo personas bajando de peso. Para evitar esto, colgaban hojas en las puertas, o pieles o lo que fuera, así los transeúntes pasarían pero no verían lo que hay dentro... aunque esto trajo una gran desventaja. Al no ver lo que hay dentro, no puedes saber si un lugar está vacío u ocupado, y como la gente es media idiota (algo que no ha cambiado con todos estos años de "progreso evolutivo"), todos se metían sin preguntar primero si había alguien. Como la estupidez humana es imparable a través de métodos intangibles, era necesario crear algo que estuviera siempre cerrado: a esto se le conoce como la puerta tradicional que usamos hoy en día.

Miles de miles de años después, estas puertas, con todo y cerraduras de alta tecnología, siguen siendo inútiles. La brutalidad del ser humano no conoce límites. ¿Para qué pones una puerta en el baño si siempre habrá alguien que se meta corriendo sin tocar, como si se estuviera escondiendo de Freddy Kreuger? Nótese que mientras más apurada está la persona, más se adentra en el baño antes de notar que ESTÁ OCUPADO... Pero ¿cómo evitas esto? No creo que la solución sea poniendo 2 o 3 puertas para el baño, como que la primera puerta te avisa que alguien se está metiendo y te da tiempo de gritar "awanta! me'toy echando un carranza!" antes que abran la última puerta y te agarren infraganti con los pantalones abajo. Tampoco creo que poner puertas de acero o titanio ayude en algo. La idea de hacerlas de madera es que sean fáciles de TOCAR para que la persona al otro lado sepa que existe la intención de entrar. Y aunque hagan puertas de acero galvanizado, siempre habrá un desgraciado que, en el apuro, encuentre la forma de abrirla sin preguntar...

A final de cuentas, la mejor oportunidad para tener una larga e ininterrumpida conversación con el presidente es anunciar tu entrada al baño cerrando la puerta con fuerza, para que todos en casa sepan que ya tomaste tu posición en el trono. Otro modo es ver qué hacen los demás miembros del hogar, monitorear sus actividades para saber si estarán ocupados como para no usar el baño en los próximos 15 minutos. Por último, te queda la oportunidad de entrar cuando estés solo, totalmente seguro que nadie interferirá con un proceso inevitable de la digestión.

Y si tienes dos o más baños en casa y creíste que esto te iba a salvar... pues no te ilusiones; siempre tratarán de entrar primero al baño que estás usando aunque la puerta esté cerrada y se pueda ver la luz filtrándose por las ranuras del marco, como si los demás baños carecieran de eficiencia porque están vacíos o lejos. No importa lo que hagas, igual estás cag---

martes, 15 de abril de 2008

Gravedad Cero

¿Quién no ha visto una película con un amigo(a) y ha entrado en debate por un escena tan irrelevante que ni dura más de 30 segundos, pero el debate se extiende por horas? ¿A nadie? Pues a mí sí, y me ocurre frecuentemente. Básicamente sucede porque soy muy terco, y donde yo digo "esto no es así", pues no es así... A MEEENOS que me demuestren lo contrario con pruebas concretas aprobadas por la ciencia y uno que otro famoso en tele por cable. Luego de eso viene la dolorosa aceptación de la equivocación, un proceso por el que muy pocos tenemos el valor de atravezar. "Equivocarse" es como perder, a nadie le gusta perder, especialmente en algo que defiende a capa y espada. Pero... ¿quién defiende algo que está mal o es vagamente conocido por uno mismo? Solo yo!

La hora: 8 y algo - El lugar: mi cuarto... y el cuarto de un amigo, cada uno viendo la misma película desde nuestras casas (sí, así es... para los que ya adivinaron, el debate fue por MSN... más complicado todavía) - La película: Superman Returns - La escena: Casi al inicio, un avión es impulsado hacia el espacio por una nave espacial anclada al avión. Superman separa la nave del avión y este último entra en un punto de "velocidad muerta" y se produce el efecto de "gravedad cero" (o Zero-G para los alineados). El debate inició oficialmente con una brutalidad de mi parte, la cual recuerdo claramente. Y dice así:

Tony dice: "qué maleado, casi se salen de órbita"
Enzo dice: "qué? lo dices por la falta de gravedad?"
Tony dice: "claro, viste cómo flotaron?"
Enzo dice: "no es por la falta de gravedad de la tierra, es un efecto físico que sucede cuando subes a toda velocidad y en el momento de empezar bajada, la gravedad se convierte en cero"
Tony dice (antención a la burrada): "de qué hablas?? la gravedad cero ocurre cuando el avión está bajando, porque el avión cae un poco más rápido que uno por el peso, y como la persona pesa menos, se queda 'flotando' dentro del avión"

Bueno, analicemos mi comentario.

En primer lugar, el peso no tiene nada que ver con la velocidad de caída. Dos objetos liberados a la misma velocidad desde el mismo punto caerán al mismo tiempo... Todo claro? Es fácil. Agarra un limón y una pera, déjalos caer desde la misma altura, y verás que caerán al mismo tiempo... o casi casi al mismo tiempo porque el aire ofrece resistencia para los objetos, etc, etc. Y no te hagas el vivo pensando que si tiras una manzana en lugar de una pera harás que el experimento sea diferente. No, es la misma vaina limón, pera, manzana, plátano, "sandía", melón... tu perro o lo que encuentres (no vale papel, ese cae haciendo piruetas por la forma que tiene; si quieres usar papel, hazlo bolita primero, bien apretada). Ok, sigamos...

En segundo lugar, si el avión es tan pesado como para caer antes que una persona, la persona no flotaría adentro, en lugar de eso, se quedaría estampada en la parte de atrás porque el avión lo "empuja" hacia abajo. No se me ocurren experimentos para esto, le preguntaré a una amiga que trabaja en Mad Science a ver qué roca se puede hacer para probar esta teoría.

Por último, si el avión se alejó tanto de la tierra como para llegar a gravedad cero en el espacio, entonces el avión habría seguido su trayectora hacia el espacio sideral en lugar de volver a caer hacia la Tierra.

Habiendo aclarado le vasta brutalidad de mi comentario, es hora de culturizar a la gente:

La gravedad cero (Zero-G para los que no me entiendan) en la Tierra ocurre cuando un objeto sube a una determinada velocidad hasta hacierto punto. En ese punto, el objeto alcanza la altura límite producida por la velocidad y ya no sube más; en vez de eso, queda suspendido en el aire por unos segundos antes que la fuerza gravitacional de la Tierra haga de las suyas. En ese tiempo de suspención, la fuerza de empuje mantiene las cosas "a flote" dentro de una gravedad anulada, osea, gravedad 0. En buen cristiano, aquellos que han saltado en saltarín o cangurín o cama elástica... recuerdan que cuando saltaban y llegaban al tope del salto, las cosas que tenían con ustedes (collares, polones amarrados a la cintura, el mismo pelo, etc, etc) parecían flotar al mismo nivel que ustedes en el pico más alto del salto? Eso, señoras y señores, es una muestra asquerosa e imperceptiblemente breve de lo que es la gravedad cero. Lamentablemente pasamos demasiado tiempo disfrutando de los saltos en la cama elástica como para disfrutar de la gravedad cero en una miserable fracción de segundo.

Una vez informado del tema (y 2 horas después de darle la contra a mi amigo quien obviamente estaba en lo correcto), tuve que aceptar mi equivocación y por ende... la derrota. Me sentí mal, un tanto humillado por haber defendido fervientemente una equivocación, pero mi orgullo no iba a dejar que fuera el final de mi reputación. Terminado el debate con mi aceptación de los hechos, le dije a mi amigo "está bien, me equivoqué, no era así, pero en esta derrota tan vergonzosa pude sacar algo de provecho: ahora sé lo que es la gravedad 0 y cómo funciona"...

Nunca le dije que tenía razón, no pensaba hacerlo tampoco. Para qué darle el gusto de escribirle que estaba en lo correcto si ya le di el gusto de mostrarme que yo estaba equivocado... Me equivoqué, y perdí... pero no le dí la razón así que para mí él nunca ganó. Pensar así tampoco es tan malo, no sería catastrófico; admití mi error y de eso aprendo, lo cual es suficiente para mi desarrollo personal e intelectual... aunque nunca concederle a otros la victoria pueda ser un tema de soberbia. Es bueno y malo, uno se anula con el otro, es como +1-1, es igual que nada... cero. En fin, no veo la gravedad del asunto.

domingo, 13 de abril de 2008

5 horas para un título

Desde hace algunos días pensaba seriamente en crear un blog para escribir todas esas cosas que pienso pero no tengo a quién decírselas... básicamente porque a nadie le importa las cosas filosóficas que digo. Sinceramente ¿a quién le gustaría oír "el comportamiento humano es irracional e intrínseco, es recomendable no escudriñar en la filosofía de su actitud" cuando es taaaan fácil decir "pobrecito, está loco... no le hagas caso"? Muchas cosas pueden ser dichas de 10 formas, pero a veces buscamos la 10ma, la que parece la más profunda para poder plasmar una idea o concepto con mucha más fuerza y trascendencia.... Bueno, no todos lo hacen, solo aquellos que creen (creemos) que el lenguaje debe ser utilizado en todo su esplendor, haciendo gala de palabras relegadas por el tiempo y formas de pensar unicas y divinas para transmitir una idea tan simple como "mándate, no tienes nada que perder" o "no vengas a mí llorando si no me hiciste caso", asumiendo que decir esto de una forma más sofisticada seremos diferentes y, tal vez, "mejores" que los demás.

Para ser fiel a mi mentalidad de "la complejidad en el mensaje", me puse a pensar en un título ideal para el blog.... 5 horas después me vi acorralado entre la desesperación de no tener una idea concreta y el hecho de no contar con gente que pudiera aportar con algun título tentativo, algo que aunque no fuera de mi agrado, me evitara la angustia de pensar.

Todo comienza con el típico requisito para crear un nombre: "¿de qué estamos hablando?". Una vez definido esto, puedes buscar palabras relacionadas al tema. Luego de enlistar una serie de palabras, comienzas la asociación entre algunas, o citas una frase común que contenga dicha palabra, algo así como "gota a gota, el agua se agota" o "3 vasos de leche al día". Finalmente, con la frase o título definido, lo haces pasar por un control de calidad. Lo pasas por ahí y le preguntas a la gente si le gusta el título para un blog que habla de cosas sin sentido o qué sé yo. Con un promedio de 2 aprobaciones de 3 encuestados (asumiendo que si a 2 de 3 le gustó, le gustará a 4 de 6, 8 de 12, 16 de 24, etc, etc), el título está listo para ser aplicado y el objeto en cuestión ya puede ser expuesto al público con la plena seguridad que será aceptado por al menos el 60% de los consumidores.....

Bien... yo me ZURRÉ en todo eso. Pensé "qué título le pongo a este blog?". Y con cada segundo que pasaba la gota de saliva que corría por mejilla se iba alargando más y más mientras mi coeficiente intelectual iba disminuyendo a un ritmo directamente proporcional al tiempo que transcurría. Al pasar las 5 horas (y luego de 4 intentos frustrados de pedir ideas por MSN para un nombre) mi cerebro no servía ni para plantar una flor. En mi desesperación apareció una amiga mía que me mandó a rodar apenas terminé la frase "...y en base a eso necesito nombres para mi blog". Ni ella que me conoce tan bien pudo ayudarme... algo andaba mal definitivamente. Revisé mis conversaciones con cada persona donde explicaba el tema de mi blog, escribía los nombres que tenía en mente, y exigía que se cumplieran normas para la creación del nombre, además de una serie ilimitada de..... mmm.... una serie de IDIOTECES que al final no interesan, ¿por qué? pues porque el nombre no tiene que ser "osu!" para que sea un título. No creen? Entonces justifiquen la carencia de creatividad en los títulos de películas con números: Rambo, Rambo 2, Rambo 3, Rambo 4... Alguien se acuerda cuál era el título completo de Terminator 2? No, todos dicen "aah, la pela donde Arnol Chuarsneguer dice 'hasta la vista, baby'... muy buena!".

Entonces... ¿para qué pasar por un proceso? ¿Para qué encerrar un conecpto con un nombre elaborado si al final olvidarán el nombre pero recordarán el contenido? La respuesta es simple: tenemos que creer que el nombre es bueno, útil y aportará a la genialidad del "todo", y de ser así, otros lo recordarán y tu trabajo tendrá un nombre (largo y bonito) por el cual será identificado... no por una escena donde dices "hasta la vista, baby" o por una línea donde citaste un chisme de Magaly, colgaste la foto de una vedetucha calata, o te burlaste del angelito del 11. Qué mejor logro que crear algo bueno con un nombre difícil... y que recuerden todo, no?

Y es así como, ignorando lo que yo mismo escribí en líneas anteriores, decidí pensar en lo más ilógico sin ser ridículo y contradictorio, dando como conclusión un título desarrollado en 2 minutos, luego de 5 horas de improductiva meditación, todo para que a fin de cuentas... nadie se acuerde.