viernes, 15 de mayo de 2009

Back for more...

Aaaal fin de regreso.

Ha pasado bastante tiempo y muchas cosas, necesitaba desahogar un poco. Siempre me quejé de no tener cómo ventilar todas mis angustias o problemas y fue por eso que creé este blog, pero en mi ingratitud lo abandoné. Durante mi ausencia encontraba formas de desestresarme... Pero la gente tiene un límite. Digamos que luego de cierto punto, las personas comienzan a agotarse de tanto escuchar a uno. No dije que se cansen de uno, sino que el psiquis tiene un límite y luego de eso no soporta más penas o alegrías ajenas (así es, algunos son crueles y no comparten la felicidad de otros, jeje). Pero como siempre han dicho, "el papel aguanta todo" - solo que ahora el papel ya no es imprescindible (...y nos ahorramos regularcito en lápices y borradores).

Ajem- El punto es que siempre es bueno tener dónde escribir en cualquier momento. Una buena idea se va tan rápido como viene, sobretodo por aquellas personas que se la pasan preocupadas o pendientes de muchas cosas. Se han preguntado por qué las camisas traen un bolsillo en el pecho? No, no es para colgar el lapicero o guardar el encendedor, eso es para gileritos que ven una flaca que quiere apuntar algo y ZAZ! sacan su lapicero en una; o si saca un cigarro y el otro tiene su encendedor preparado, aunque no fume. TAMPOCO son tachitos de basura, no sean cerdos. Esos bolsillos son para guardar papeles, notas, post-it o lo que sea que conozcan para anotar. Los más prácticos cogen una servilleta y listo, pero eso no pasa de la mesa porue una vez que entra al bolsillo ya se hizo leña. Estadísticamente, es más fácil encontrar a una persona con un lapicero colgando del bolsillo que una libretita lista para tomar apuntes, por eso no se preocupen si tienen una libreta pero no un lapicero, pregunten por ahí porque siempre habrá uno "listo para todo" con su lapicero en mano.

Es terrible cuando se te viene una muy buena idea a la mente y unos minutos después lo único que recuerdas es que era LA idea... y nada más. Einstein se hubiera siucidado de no tener papel a la mano para anotar cada fórmula que se le ocurría. Miguel de Cervantes Saavedra se habría vuelto loco si lo metían a la carcel sin papel ni tinta. En escencia, todo aquel con la cabeza muy pequeña para tantas ideas, o de lo contrario una cabeza muy grande donde las ideas tienen espacio para esconderse, necesita tener dónde anotarlas.

Háganme caso, una libretita a la mano es lo más útil. Se los digo porque entre todas mis ideas me parece haber descubierto la forma de convertir el plomo en oro pero no sé en dónde lo dejé anotado...

Hasta la próxima.